Este carácter proteiforme e inclasificable ha obsesionado constantemente a novelistas y poetas, dramaturgos y compositores, pintores y escultores. La mayoría de los artistas del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX han enfocado los esplendores y miserias de la prostitución, que también se convirtió en un tema predilecto para los medios incipientes, como la fotografía y posteriormente el cine.
Fue
en particular en París, entre el Segundo Imperio y la Belle Epoque, que
la prostitución se afirma como tema, en obras vinculadas con corrientes
tan diversas como el academicismo, el naturalismo, el impresionismo, el
fauvismo o el expresionismo. La ciudad se encuentra entonces en plena
metamorfosis: nueva Babilonia para algunos, "Ciudad Luz" para otros,
ofrece a los artistas cantidad de nuevas ubicaciones (salones de la alta
sociedad, palcos de óperas, prostíbulos, cafés, bulevares…) donde
observar el baile codificado de los amores tarifados. En estas
representaciones, a menudo contrastadas, se mezclan a la vez escrupulosa
observación e imaginación, indiscreción y objetividad, enfoque clínico y
fantasías desenfrenadas. Pero, por muy singulares que sean, todos estos
enfoques hacia el mundo de la prostitución son exclusivamente de
artistas masculinos. Asimismo, detrás de la evocación de los placeres y
de los males, de los ascensos fulgurantes y de las vidas miserables, lo
que se vislumbra también es el peso de la condición femenina, en la
época moderna.
http://www.musee-orsay.fr/…/splendeurs-et-miseres-42671.htm…
http://www.musee-orsay.fr/…/splendeurs-et-miseres-42671.htm…
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