LAS CHICAS DE LAS TABERNAS
tienen un regazo tierno.
Ven los mozos con agrado
e infantan sus hijos muertos.
Corsés que aprietan y aflojan
llevan de seda fueguina.
Despertamos a su flanco
con bocaza arrepentida.
El mar redondo en que erramos
señas da y bosteza siempre:
nos hace añorar las vigas
y enviuda a nuestras mujeres.
Y anclamos en las tabernas
con su reposo furtivo,
tinto y mozas placenteras,
aún más que en el mar perdidos.
Karel van de Woestijne (Bélgica, 1878-1929), incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
tienen un regazo tierno.
Ven los mozos con agrado
e infantan sus hijos muertos.
Corsés que aprietan y aflojan
llevan de seda fueguina.
Despertamos a su flanco
con bocaza arrepentida.
El mar redondo en que erramos
señas da y bosteza siempre:
nos hace añorar las vigas
y enviuda a nuestras mujeres.
Y anclamos en las tabernas
con su reposo furtivo,
tinto y mozas placenteras,
aún más que en el mar perdidos.
Karel van de Woestijne (Bélgica, 1878-1929), incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).
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